La importancia del error en el aprendizaje de los estudiantes




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Aunque los desaciertos pueden darse de forma natural en el aula, la Doctora en didáctica de la matemática, María Victoria Martínez, sostiene que los maestros pueden incentivar a los alumnos a compartir tanto sus respuestas correctas como las erróneas.


Uno de los elementos del programa Mejor Matemática que sorprendió a Angélica Jelvez, profesora de la Escuela Teniente Hernán Merino Correa, fue que los estudiantes pudiesen aprender entre ellos mismos a través del error.

En este mismo sentido, María Victoria Martínez, Doctora en didáctica de la matemática e investigadora del Centro de Investigación Avanzada en Educación, explica que en el programa trabajan para que los profesores puedan "entender la matemática como un área de conocimiento, que no es de camino único, que implica creatividad y también equivocarse."

"Equivocarse forma parte del aprendizaje y eso hay que normalizarlo. Al comenzar a resolver algo, ese proceso no es limpio o pulcro y no voy a llegar inmediatamente a un resultado", sostiene María Victoria Martínez.

Si bien el error ocurre naturalmente en una sala de clases, la investigadora del CIAE reconoce que los profesores deben incentivar a los alumnos a compartir con otros compañeros tanto los resultados correctos como las equivocaciones.

"Ahí se abre todo el espectro, ya que también juega un papel importante el aprender a verbalizar, el poder argumentarle al otro cómo lo hice, además de poder aceptar que hay otros caminos. Entonces se abre un abanico gigante de lo que debería suceder dentro de la sala de clases y qué es lo deseable que los niños hagan.", comenta Martínez.

¿Cómo llevar esta metodología a la práctica?

Trabajando en duplas, en cuartetos o incluso con un profesor adelante se puede llevar a cabo esta metodología en el aula.

"Si yo tengo al curso completo y un niño explica cómo lo hizo, la pregunta natural que habría que instalar en la sala de clases es: ¿alguien lo hizo de otra manera, que también lo explique? Eso lo puedes hacer en una plenaria, en un grupo entero, los 30 o 40 niños hablándolo.", asegura la especialista. 

Con el uso de este procedimiento los maestros redefinen nuevos roles en el aula. A pesar de que, como concluye María Victoría Martínez, "socialmente está definido que es el profesor quien debe decir qué hacer, cuándo hacer y cómo hacer."


Fuente: CIAE